Al inicio de 1980, mis oidos estavan llenos de música; yo acabava de dirigir el show de Simone en el Teatro Canecão - Rio de Janeiro, felizmente con enorme éxito. El domingo en que terminava nuestra temporada, en la tarde recibi una llamada de São Paulo; era una voz hablando en portugues con marcado acento porteño que me pedia un encuentro. Explicó que deseava hacer un espectáculo con algunos artistas latino-americanos, y me pedia algun tiempo para exponer su proyecto, con mas detalles.
Le dije esta bién; que me quedaria en Rio de Janeiro por algunas semanas y que podria buscarme cuando quisiera. Quiso muy rapido; a las nueve de la mañana del dia seguiente, original horario, tocó el timbre de mi departamento. Me apareció un ciudadano barbudo, los ojos brillando, exitado, y me dice que era Enrique. Todavía por los efectos del día anterior, demoré un poquito para relacionarlo con la llamada del domingo. Fué diciendo que habia formado un grupo - "Raíces de América", que era excelente, excepcional, una verdadera maravilla, queria que yo les dirigiera el show de estreno - hablava con tanto entusiasmo que de repente me vi en un taxi, en un avión, y del aeropuerto de São Paulo en una casita humilde de la Villa Pompeia, siendo presentado al grupo.
Eran Willy Verdaguer y Tony Osanah, ya algunos años en Brasil, músicos conocidos que se presentavan tocando rock en un "pub", en el momento en que Enrique los vió, Julio Cesar Peralta, que llegó con su disco y guitarra bajo el brazo. Eran también Enzo Merino, Oscar Segovia, Celso Ribeiro y Fredy Goes, que ya se presentavan juntos en un grupo llamado Machitun, y fueron detectados en un bar de esos que proliferan en la Avenida Enrique Schaumann. Enrique me dice que estava por llegar Mariana Avena, una cantora magnifica que conoció en un pequeño lugar en Buenos Aires, cantando y tocando su guitarra
El grupo realizava una música diferente, extraña, original, pero lo que mas me encanto fue la raza, la fé, la emoción y la poesia que brotava de aquellos instrumentos. Mostraron 14 Musicas ya ensayadas; no tenían un director musical, ellos mismos eran sus propios arregladores. Resolvi entrar en el proyecto al instante; tuvimos, Enrique y yo, nuestra primera madrugada de trabajo, organizando el show. Llamé mi querida actriz Isabel Ribeiro, pués queria convidarla para decir poemas, la leyenda y los encantos. Para ella ver y amar el grupo fué apenas un instante. Lloró cuando vió el ensayo, todavía en una fase bién precaria.
Sugeri incluir "Guantanamera", "Disparada" y una parte mas alegre en el show. Trabajamos sin cesár durante cuatro semanas en el espectáculo, todo fuá discutido, hasta que todos los integrantes del grupo estuvieran satisfechos. El espectáculo estrenó con enorme éxito, y generó este disco. Creo que Enrique tenia razón en su fé. Espero que los dioses de la música continúen protegiendo estos artistas.
Flávio Rangel
Palabras de Mercedes Sosa, madrina de Raíces de América:
Hoy fui feliz, cansada, pero veo jerminar el canto y decir de los Nahuatl, Se estα produciendo mi transplante de palabras.Mercedes 80 em América Continente.